Decepcionante resultado del subsidio a la nómina
Hoy publicó el Ministerio de Hacienda los resultados de las aplicaciones de las empresas al subsidio de $351.000 por empleado, que se esperaba llegara a 2.3 billones de pesos. El resultado fue de apenas $30.000 millones, un 1.3% de la cifra ofrecida por el gobierno. Una actualización de esta cifra por parte de la UGPP en la noche del domingo 31 de mayo sube la cifra a $100.000 millones, algo por encima del 4% del presupuesto del gobierno. Lejos de los anuncios que hace todos los días con gran orgullo el presidente.
El resultado esperado está lejísimos de la meta esperada por el gobierno. Yo ya había pronosticado un mal resultado, pero no esperaba este desastre. Mi estimación estaba basada en varias de las medidas que ha sacado el presidente Duque en esta pandemia, que más o menos se comportan así:
1. El presidente habla en su famoso programa de las 6 de la tarde y ofrece esta vida y la otra. Así lo hizo el 6 de mayo cuando anunció esta medida.
2. Varios días después, sale un decreto que reduce a la mitad lo ofrecido por el presidente. La burocracia se encarga de "mochar" las buenas intenciones del presidente, para ajustarlas al marco constitucional de tiempos de normalidad, lo que de por sí ya es una contradicción.
3. El decreto es reglamentado con la intervención de todos los funcionarios del ministerio respectivo, más las contralorías de todo tipo, buscando atajar goles y creando el mayor número de trabas posibles. En la práctica, solo el 10% de los posibles beneficiarios puede cumplir todas las exigencias.
4. El reglamentado es implementado a través del sistema bancario. Inmediatamente eso reduce las posibilidades a un 40% del 10%. Así llegamos al 4% real de cumplimiento.
Así, esta buena intención de Duque, que ya era tardía en el momento en que la ofreció, solo se cumplió en ese 4%. Antes de eso ya el ritmo de la pandemia se había llevado por delante millones de empleos. Lamentablemente para el país y la economía, el desastre económico se mueve a ritmos impresionantemente rápidos, mientras nuestros burócratas siguen pensando que esta es una crisis como las de 1999, 2008 o cualquier otro referente histórico.
Pasa igual con los famosos avales del Fondo Nacional de Garantías, que el presidente Duque sigue convencido que están dinamizando el crédito. Duque los ofreció, pero sus funcionarios han torpedeado por todos los medios el uso de dichas garantías. Las amenazas veladas a la banca por parte de la Superintendencia Financiera, exigiendo que se estudie en detalle y con gran rigor cada crédito garantizado por el FNG, impide que la herramienta funcione. Los bancos han utilizado estos recursos para refinanciar a sus clientes de siempre, a los que no necesitan crédito, volteando la espalda a las pymes y los independientes. Loables intenciones, negros resultados.
¿Hay alguien cercano a Duque que le pueda contar lo que realmente está sucediendo?
