Nos quedamos sin oxígeno
La Cámara de Comercio de Bogotá publica una estadística que ya se notaba, pero que era necesario ver por escrito. 50% de las empresas bogotanas están a punto de reventarse en menos de un mes. Y el 43% restante no llegan a junio.
De estas 520.000 empresas en problemas, alrededor de 6.000 son grandes empresas; 16.000, medianas; y 497.000, micros y pequeñas. La ayuda a través de los bancos no está llegando, porque es muy difícil cambiar la mentalidad histórica de las instituciones financieras. Yo que fui banquero puedo suponer que en los departamentos de créditos están encendidas todas las alarmas y todos los modelos de riesgo prendiendo luces rojas. Hay que ser muy creativo en esta crisis, para superar esos miedos ancestrales de la banca.
El Banco de la República liberó anoche 11 billones de liquidez, mediante reducción de encajes. No creo que eso sea el problema. El punto de fondo es quien asume el riesgo de no pago en esta crisis. No parece que vayan a ser los bancos. Podemos gritarles que son unos desalmados y unos insensibles. Pero como lo describió ayer el presidente de Bancoldex, los banqueros tienen un "deber fiduciario" con los ahorradores: cada peso que los empresarios o el gobierno quieren que los bancos regalen, tiene detrás a un ahorrador que guarda la plata en el banco. Por ahí no va a salir la solución.
El gobierno tiene unos dilemas muy duros. No cobrar servicios públicos, pero eso quiebra a las débiles empresas que prestan los servicios. No cobrar arriendos, pero eso quiebra a las viudas que viven de esas rentas. No cobrar préstamos, pero eso a la larga mata a los ahorradores. Es muy difícil hacer caridad con la plata de los demás. Si el gobierno no asume una porción muy grande de los subsidios que quiere dar, no lo va a lograr.
